"Es muy duro, lo hacen por necesidad no por gusto"

 

Entrevista a Judit Piqué y a Ariadne Muñoz, psicológas en prácticas de la asociación Bizkaisida. Ambas trabajan en la rama de la prostitución, yendo a visitar para aconsejar a las prostitutas de los clubs y de la calle.

 

 

¿Qué tipo de chicas ejercen en la calle Cortes?

Las chicas que trabajan en la calle Cortes, son la mayoría africanas. Hace años iba otra chica de la asociación, que era una agente de salud. Hablaba con ellas, les ofrecía hacerse la prueba del VIH y les repartía preservativos. Solía ir a la noche. Nosotras ahora no lo hacemos igual. Si que les ofrecemos que se hagan la prueba, les damos preservativos y les intentamos concienciar, pero nosotras vamos a la mañana o al mediodía y estamos más con chicas sudamericanas, rusas, polacas… La otra chica que estaba antes era africana y se relacionaba más con las africanas porque había más contacto.

 

¿Resulta difícil la relación con ellas?

La relación con las africanas es más complicada, más que nada por el idioma. La mayoría de ellas cuando viene no sabe castellano o sabe muy poco y resulta más difícil poder hablar con  ellas, en cambio las sudamericanas son más cariñosas, más cercanas y que el idioma sea el mismo les beneficia mucho.

Se les insiste mucho en que hagan la prueba y el uso del preservativo porque es algo importante. Nuestra asociación está abierta al público, puede venir cualquier ciudadano a realizarse la prueba, pero en general las chicas que vienen son prostitutas. Hay un médico y un enfermero que son los encargados de realizar la prueba y ellos se encargan de dar los resultados tanto si son portadoras del virus como si no lo son.

 

¿Son muchos los resultados positivos de la prueba de VIH?

Al llevar poco tiempo realizando esta prueba, no hemos tenido muchos casos, pero recientemente si tuvimos el caso de una chica sudafricana que fue a hacerse la prueba, le dio positivo pero ya sabía que tenía el virus.

 

¿Creen que es necesario el trabajo que desempeñan?

Es un trabajo necesario por parte de cualquier organización, porque esas personas se ven desprotegidas y al hacerles la prueba en un sitio confidencial les transmite confianza. Además,  los preservativos los vendemos a un precio muy barato para que puedan ejercer, y  también les ayudamos con los papeles, los empadronamientos y si quieren hacer cursos.

 

¿Existe un perfil concreto de una persona con VIH?

No hay un perfil claro, porque a pesar de que algunas prostitutas sean portadoras, la gran mayoría se cuida mucho porque saben que fácilmente se lo pueden transmitir. Siempre intentamos concienciarles de la enfermedad pero las rusas, polacas… son más cerradas y cuesta más hablar con ellas.

 

¿Cómo son los clubes en los que algunas prostitutas ejercen?

Esos locales los llevan los jefes, que son quienes se encargan del negocio y tienen contratadas a chicas. Lo malo de esto es que los jefes se quedan con un gran porcentaje de la ganancia y hace que las chicas no ganen todo lo que ganarían si lo hiciesen en la calle. A las asociaciones, como nosotras, no nos dejan acercarnos a ellas e incluso en alguna ocasión nos han echado cuando íbamos a hablar con ellas en el club. Lo que más me sorprendió fue que parecía que se habían quedado estancados en los años 60, son locales viejos, sin apenas luz, entras y no sabes si en la calle es de día o de noche.

 

¿Cómo son realmente las chicas?

Me sorprendió mucho que yendo con actitud natural ellas te atienden amablemente, hablan contigo tranquilamente, de hecho pensaba que íbamos a tener más rechazo dentro de los bares...  Les intentamos ayudar en formarse, buscar un empleo y hay mucha demanda por parte de ellas de hacer cursos que impartimos aquí. Estos cursos los imparten agentes de salud y les hablan de diferentes temas como es el maltrato y así se lo puedan ir transmitiendo a sus compañeras.

Tienen preocupación por formarse o por buscar empleo. Este trabajo es muy duro para ellas, lo hacen por necesidad no por gusto. Vienen a aquí a ganar dinero y hay mucha demanda de cursos que hacemos aquí, impartidos por agentes de salud, se trabajan diferentes temas como el maltrato para que luego lo vayan trasmitiendo al resto de compañeras. En negativos, me sorprendió porque parecía que se habían quedado estancados en los años 60. Están como si volviera al pasado.